¿Qué es una resonancia de rodilla?

1) Para qué sirve la resonancia de rodilla

La resonancia magnética (RM) de rodilla es una prueba de imagen no invasiva que utiliza un campo magnético y ondas de radio para obtener cortes detallados de los tejidos de la articulación sin emplear radiación ionizante. Es especialmente útil cuando queremos una visión precisa de estructuras blandas que otras técnicas no muestran con tanto detalle. Con la RM identificamos lesiones que explican dolor, bloqueo, inestabilidad o chasquidos, y obtenemos pistas clave para decidir tratamiento conservador o quirúrgico, programar la rehabilitación y estimar tiempos de retorno a la actividad.

A diferencia de una radiografía (excelente para ver huesos) o una ecografía (ágil para tejidos superficiales dinámicos), la RM destaca por su contraste de tejidos y su capacidad para mostrar lesiones ocultas, edema óseo o afectación del cartílago. En clínica diaria, esta información cambia decisiones: por ejemplo, diferenciar entre una rotura meniscal que puede manejarse con fisioterapia y otra que, por localización/extensión, se deriva a valoración quirúrgica.

Qué estructuras muestra (menisco, ligamentos, cartílago, músculo)

Con una RM de rodilla visualizamos con nitidez meniscos, ligamentos (LCA, LCP, LCM, LCL), cartílago femorotibial y patelofemoral, tendones, músculos, bursa/sinovial y cambios en el hueso (edema, fracturas ocultas). Esta panorámica integral es la razón por la que la RM es el estándar cuando sospechamos lesiones combinadas.

2) Cuándo la solicita el especialista y qué alternativas hay (eco, TC, artrografía)

Suele solicitarse ante traumatismos con dolor persistente, bloqueo o inestabilidad, derrame articular repetido, sospecha clínica de rotura meniscal o ligamentosa (LCA/LCM), dolor femoropatelar rebelde, condromalacia/lesiones condrales, edema óseo o dudas diagnósticas tras pruebas previas. También es útil en el seguimiento de posoperatorios y para planificar cirugía.

Alternativas y complementarias

  • Radiografía: primera línea para descartar fracturas, valorar ejes y signos de artrosis.
  • Ecografía: excelente para derrames, tendones superficiales (p. ej., rotuliano), quistes poplíteos y guía de procedimientos, con la ventaja de ver el movimiento en tiempo real.
  • TC (scanner): mejor definición ósea que la RM; útil en fracturas complejas o planificación protésica.
  • Artrografía (RM/TC con contraste intraarticular): se reserva para preguntas muy específicas (p. ej., roturas meniscales sutiles o revisiones posquirúrgicas), siempre según criterio del especialista.

3) Cómo se realiza: duración, ruidos e inmovilidad

La prueba se realiza acostados, con la rodilla colocada en una bobina específica. Es fundamental permanecer inmóviles para evitar imágenes borrosas. El equipo emite ruidos repetitivos (golpeteos/zumbidos) normales del funcionamiento; proporcionan tapones o cascos. La duración típica ronda los 15–25 minutos según el protocolo; algunos centros optimizados para rodilla pueden completarla en menos tiempo, y otros tardan más si se añaden secuencias especiales.

Consejos que nos funcionan:

  • Llegar con tiempo, usar ropa sin metal y retirar objetos metálicos (relojes, llaves, tarjetas, piercings).
  • Avisar de claustrofobia para valorar sedación ligera, uso de equipos abiertos o estrategias de respiración/visualización.
  • Si hay dolor al estirar la rodilla, pedir posición cómoda y cojines de soporte.

Resonancia con/sin contraste y cuándo se usa

La mayoría de RM de rodilla se hacen sin contraste. El radiólogo puede solicitar gadolinio en casos concretos (p. ej., sospecha de sinovitis, estudio tumoral o secuelas posquirúrgicas). Si se indica contraste intravenoso, se explican beneficios y riesgos, y se valora la función renal. Informaremos siempre de alergias, embarazo o lactancia.

4) Preparación y seguridad: metal, dispositivos, embarazo y claustrofobia

La RM es una técnica segura para la mayoría de personas, pero exige normas claras:

  • Metal e implantes: comunicar prótesis, material de osteosíntesis, marcapasos, neuroestimuladores, clips vasculares, bombas de insulina o cuerpos extraños metálicos (p. ej., esquirlas). Muchos implantes actuales son compatibles con RM, pero debe verificarse el modelo.
  • Embarazo: se individualiza la indicación; si es posible, se evita el contraste en el primer trimestre.
  • Claustrofobia: avisar con antelación; ayudamos con estrategias conductuales, acompañamiento, equipo de RM abierta o, si procede, medicación.
  • Ropa/maquillaje: sin cremas con partículas metálicas, prendas sin cremalleras ni aros.
  • Alimentación: en RM sin contraste no solemos requerir ayuno; si se plantea contraste, seguiremos las instrucciones del centro.

Nuestro objetivo es que la experiencia sea predecible y tranquila. Una buena preparación reduce repeticiones por movimiento y mejora la calidad diagnóstica.

5) Resultados: cómo entender tu informe y próximos pasos

Tras la adquisición de las imágenes, el radiólogo redacta un informe que incluye:

  • Descripción de hallazgos (por estructura: meniscos, ligamentos, cartílago, hueso, sinovial).
  • Conclusión priorizada (lo más relevante primero).
  • Recomendaciones: correlación clínica, posibles pruebas complementarias o control evolutivo.

Cómo sacarle partido:

  1. Llevar el informe y las imágenes (CD/USB/portal) a la cita con el especialista o fisioterapeuta.
  2. Pedir que traduzcan el lenguaje técnico a implicaciones prácticas: ¿qué puedo hacer/evitar? ¿qué plazos maneja mi caso?
  3. Alinear un plan de tratamiento (conservador vs. quirúrgico) y un calendario de rehabilitación con indicadores de progreso (dolor, rango, fuerza, función).

6) Tras la resonancia: del diagnóstico al plan (fisioterapia y apoyos a domicilio si se indican)

El valor de la RM está en cómo cambia decisiones. Con el diagnóstico en la mano, el especialista define un itinerario: educación de cargas, fisioterapia por fases (dolor/edema → movilidad → fuerza → gestos funcionales) y, si se precisa, derivación a traumatología.

En esta etapa, algunos pacientes se benefician de apoyos domiciliarios cuando el profesional lo prescribe:

  • Crioterapia con compresión para modular edema/dolor en fases tempranas.
  • Presoterapia para recuperación post-entreno o molestias residuales.
  • Magnetoterapia en casos seleccionados (p. ej., edemas óseos o consolidación de fracturas), siempre dentro de un plan supervisado.

Magnetoterapia/presoterapia en casa (solo bajo pauta profesional)

Damos soporte a domicilio con equipos portátiles fáciles de usar. En magnetoterapia, trabajamos con dispositivos de dos canales (hasta 150 gauss por canal, 300 gauss totales) y 1–100 Hz, con programas preestablecidos y fajas aplicatorias. Los ciclos habituales que nos piden (según pauta) van de 2 a 6 horas diarias durante 45–60 días. Ofrecemos entrega en 24 h, atención continua y opciones sin fianza en algunos equipos. Si el profesional lo considera apropiado para tu caso, aquí puedes gestionar el alquiler magnetoterapia con Movipas.

Recordatorio importante: estos recursos no sustituyen el tratamiento. Su función es acompañar el plan clínico y mejorar la adherencia entre sesiones.

7) Preguntas frecuentes

¿Duele la resonancia?
No. Puede resultar incómoda por la inmovilidad y los ruidos, pero no es dolorosa.

¿Puedo hacerla si llevo prótesis o tornillos?
Muchos implantes son compatibles; necesitamos marca y modelo para confirmarlo. Avisemos siempre antes de la cita.

¿Cuánto tardan los resultados?
Depende del centro. Como referencia, el informe suele estar entre 24–72 h, y algunas clínicas lo entregan el mismo día.

¿Qué pasa si me muevo?
El movimiento degrada la calidad de imagen. Si sabemos que nos costará estar quietos, lo comentamos para buscar soluciones (cojines, pausas, estrategias de relajación).

¿Siempre hace falta contraste?
No. La mayoría de RM de rodilla se hacen sin contraste; se usa solo en indicaciones específicas.

Conclusión

La resonancia de rodilla es una prueba clave para entender qué ocurre dentro de la articulación y decidir el mejor camino de tratamiento. Prepararnos bien, saber qué esperar y entender el informe nos coloca en el centro de las decisiones. A partir de ahí, el plan combina la rehabilitación por fases y, si el profesional lo indica, apoyos domiciliarios que facilitan la adherencia y el confort en el día a día.