¿Dónde está el tendón de Aquiles? Cómo ubicarlo y entender su función

Cuando nos preguntan dónde está, empezamos por lo esencial: el tendón de Aquiles es la “cuerda” gruesa que notas en la parte posterior del tobillo, justo por encima del talón. Une los gemelos y el sóleo con el calcáneo y se tensa al ponerte de puntillas (flexión plantar). En molestias o lesiones, además de evaluar el movimiento y la sensibilidad de la zona, en casos seleccionados y bajo indicación profesional apoyamos la recuperación con magnetoterapia domiciliaria (si la necesitas, aquí puedes gestionar el alquiler maquina magnetoterapia con envío en 24 h y sin fianza).

Ubicación exacta: así encuentras el tendón de Aquiles con tus manos

  • Posición inicial: siéntate y dobla la rodilla a 90°. Con el tobillo relajado, coloca dos dedos en la hendidura entre la pantorrilla y el talón.
  • Qué debes notar: una estructura firme y alargada (la “cuerda”) que baja desde la pantorrilla y se inserta en la parte posterior del talón.
  • Confírmalo con movimiento: realiza punta-talón suave. Al ponerte de puntillas la “cuerda” se endurece; al llevar el pie hacia la espinilla (flexión dorsal) se relaja un poco.
  • Presión segura: palpación suave y progresiva. Si aparece dolor punzante, paramos y no insistimos: preferimos evaluar con el profesional correspondiente.

De qué partes “tira” el Aquiles: gemelos, sóleo y calcáneo

El Aquiles recoge la fuerza de gastrocnemio interno/externo (gemelos) y sóleo, y la transmite al calcáneo para permitir la impulsión al caminar, correr o saltar. Por eso, si hay rigidez en gemelos/sóleo o una técnica de carrera poco eficiente, el tendón trabaja de más. En nuestras valoraciones siempre observamos cadencia, alineación de rodilla y control excéntrico, porque todo ello descarga o sobrecarga el Aquiles.

Porción media vs inserción: cómo diferenciar dónde te duele

  • Porción media: dolor y sensibilidad 2–6 cm por encima del talón. Suele empeorar al principio de la actividad y “calienta” después.
  • Inserción en calcáneo: dolor justo donde el tendón se une al talón; a veces hay rigidez matutina más marcada o molestia con calzado que roza la zona.
    En consulta insistimos en localizar bien el foco: cambia la progresión de cargas y el calzado recomendado.

Qué notas cuando te mueves: Aquiles en puntillas y al estirar

  • Puntillas (flexión plantar): el tendón se tensa; es normal sentir “cuerda firme”, no pinchazo.
  • Estiramiento de gemelos/sóleo: sensación de tensión muscular progresiva sin dolor eléctrico.
  • Señales de ajuste: si hay dolor punzante o calor/enrojecimiento, reducimos carga y valoramos.

Señales de alarma: cuándo parar y consultar

  • Dolor súbito con chasquido y dificultad para ponerse de puntillas.
  • Aumento brusco de inflamación, calor local o enrojecimiento.
  • Dolor nocturno persistente que no mejora con ajustes de carga.
    Ante cualquiera de estos signos, paramos y derivamos a valoración médica.

Apoyo a la recuperación: cómo usamos magnetoterapia portátil en casos seleccionados

En procesos con edema óseo asociado o dolor persistente (siempre bajo criterio profesional), complementamos con magnetoterapia domiciliaria: equipos portátiles hasta 150 gauss por canal (300 gauss en total), 1–100 Hz, dos canales y programas preestablecidos. Indicamos ciclos diarios (según pauta) y un horizonte típico de 45–60 días. Operativa cómoda: envío 24 h, sin fianza y soporte durante el alquiler.

Conclusión

El tendón de Aquiles está detrás del tobillo, sobre el talón, y se palpa como una cuerda que se tensa al ponernos de puntillas. Diferenciar porción media e inserción orienta decisiones de carga, calzado y progresión. Y si aparecen señales de alarma, priorizamos la seguridad y la valoración médica. Para quien necesite apoyo domiciliario, gestionamos equipos de magnetoterapia con logística sencilla y acompañamiento profesional.