Cuando trabajamos tendinopatías del tendón rotuliano, priorizamos una progresión de cargas bien medida (isométricos, excéntricos y técnica) y, en casos seleccionados bajo indicación profesional, añadimos magnetoterapia domiciliaria para favorecer la adherencia al plan y el confort en fases con irritación. Si necesitas comparar costes y tiempos antes de arrancar, aquí puedes consultar nuestro equipo de magnetoterapia portátil precios; organizamos el arranque en 24 h, sin fianza, con soporte durante todo el proceso.
1) Tendón rotuliano en dos minutos: función, dolor típico y errores frecuentes
El tendón rotuliano une la rótula con la tibia y transmite la fuerza del cuádriceps en gestos como sentadilla, salto y carrera. Lo que solemos ver:
- Dolor localizado en la parte anterior de la rodilla, típicamente al saltar, frenar o bajar escaleras.
- Irritación por carga mal distribuida (volumen, intensidad o técnica), no por “falta de estiramiento”.
- Errores comunes: querer “ganar rápido” subiendo volumen, ignorar la técnica (control excéntrico) y saltarse el trabajo isométrico.
En nuestra práctica, empezamos educando la carga: si el paciente entiende qué agrava y qué descarga, la evolución se acelera.
2) ¿Cuándo tiene sentido la magnetoterapia en el rotuliano? (coadyuvante, no sustituto)
La magnetoterapia puede ser un apoyo cuando hay molestia persistente que dificulta cumplir el plan de ejercicio. La usamos así:
- Objetivo: mejorar el confort y facilitar la constancia con el programa de cargas.
- Momento: fases iniciales o picos de irritación, siempre coordinados con el profesional que lleva el caso.
- Límites: no sustituye ejercicios ni corrige por sí sola la técnica; la planteamos como coadyuvante dentro de una estrategia global.
En nuestra experiencia, cuando el dolor basal baja un punto y el paciente puede mantener la rutina de fuerzas, el progreso se vuelve sostenible.
3) Parámetros domésticos orientativos: gauss, horas/día y semanas (según indicación)
Con equipos portátiles que ofrecemos en alquiler solemos trabajar:
- Intensidad: hasta 150 gauss por canal (300 gauss totales en 2 canales).
- Frecuencia: 1–100 Hz con 46 programas preestablecidos.
- Duración diaria: 2–6 horas/día en uno o dos bloques, según tolerancia y pauta.
- Horizonte típico: 45–60 días de tratamiento domiciliario.
- Operativa: envío en 24 h, sin fianza, dos fajas aplicatorias y atención durante el alquiler.
Cómo lo aplicamos en la agenda real:
- Días con entreno de fuerza: magneto después del trabajo excéntrico/isométrico (evitamos que el confort “enmascare” señales útiles durante el entreno).
- Días de descanso: bloques de magneto repartidos (p. ej., mañana y tarde).
4) Ejercicio que no negociamos: isométricos, excéntricos y progresión de la carga
Nuestro núcleo es el entrenamiento terapéutico:
- Isométricos de cuádriceps (4–5×45–60 s) para modular dolor en fases iniciales.
- Excéntricos (sentadilla declinada o con énfasis en la bajada) para mejorar capacidad del tendón.
- Progresión: de patrones lentos a pliometría baja, y luego saltos específicos del deporte.
- Técnica: control de rodilla sobre pie (evitar colapso en valgo), cadencia y postura.
Lo que nos funciona es llevar un diario simple: dolor 0–10, series, RPE y respuesta al día siguiente. Con esos datos decidimos mantener, subir o bajar.
5) Señales de alarma y contraindicaciones antes de enchufar la máquina
Parámetros de seguridad que repetimos:
- Contraindicaciones habituales de magnetoterapia (p. ej., marcapasos, embarazo y otras condiciones específicas) → consulta previa obligatoria.
- Señales de alarma: dolor punzante que no cede con ajuste de carga, calor/enrojecimiento marcado, aumento brusco de inflamación o dolor nocturno; en esos casos paramos y derivamos.
6) Cómo lo organizamos en casa: logística, diarios y retorno al impacto
Así simplificamos el proceso:
- Logística: envío 24 h, sin fianza, soporte 24/7 y explicación clara del programa.
- Sesiones: configuramos el perfil del equipo (gauss, Hz, tiempo) y lo dejamos “encender y listo”.
- Seguimiento: revisamos el diario (dolor, cargas, salto) y ajustamos.
- Retorno al impacto: pasamos test mínimos (p. ej., sentadilla unilateral estable, saltos en el sitio sin dolor de rebote) antes de aumentar exigencia.
Conclusión
En el tendón rotuliano, la clave es carga bien dosificada + técnica. La magnetoterapia puede sumar como coadyuvante para mantener la constancia y el confort, siempre con criterio y controles de seguridad. Con parámetros claros (gauss, Hz, tiempo), una logística sencilla y seguimiento de datos, vemos avances más estables y menos altibajos.
FAQs rápidas sobre tendinopatía rotuliana y magnetoterapia
¿La magnetoterapia “cura” la tendinitis?
No por sí sola. La usamos como apoyo para sostener el plan de ejercicios y la progresión de cargas.
¿Cuántos gauss y cuántas horas?
Trabajamos hasta 150 gauss/canal (300 totales) y 2–6 h/día según pauta profesional y tolerancia.
¿Magneto antes o después de entrenar?
Preferimos después del trabajo de fuerza para no enmascarar señales durante el entrenamiento.
¿Puedo usarla si me duele más?
Si aparece dolor punzante, calor o enrojecimiento, paramos y consultamos con el profesional.
¿Cuándo vuelvo a saltar?
Cuando el dolor basal está controlado, tienes técnica estable y superas progresiones (pliometría baja → saltos específicos) sin rebote de síntomas.
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