La movilización pasiva instrumental con artromotor es una técnica de rehabilitación avanzada que se utiliza para recuperar la movilidad articular de forma controlada, segura y sin esfuerzo por parte del paciente. Está basada en el concepto CPM (Continuous Passive Motion), que consiste en mover la articulación de manera continua y pasiva para evitar rigidez, adherencias y complicaciones tras cirugías o lesiones.
En el caso de la rodilla, el artromotor es especialmente útil después de intervenciones como prótesis, artroscopias, roturas ligamentarias o tras largos periodos de inmovilización. A través de un movimiento suave y programado, estimula la circulación, mejora el metabolismo de la articulación y acelera el proceso de recuperación.
El funcionamiento es sencillo: el paciente coloca la pierna en el dispositivo, se ajustan los grados de flexión y extensión (en modelos como el Artromot K1 puedes programar desde -10° hasta 120°) y la máquina realiza el movimiento de manera automática. Este trabajo sin esfuerzo muscular permite que los tejidos se recuperen sin dolor y que la articulación recupere su rango de movilidad natural.
Si has pasado por una cirugía o una lesión grave de rodilla, esta terapia puede marcar la diferencia en tu recuperación. La clave está en aplicarla desde las primeras fases del postoperatorio, bajo supervisión profesional, para aprovechar al máximo sus beneficios.
Cómo funciona un artromotor en la rehabilitación de rodilla
El artromotor actúa como un asistente de fisioterapia que no se cansa y repite el movimiento las veces que sea necesario. Su estructura permite sujetar la pierna de forma estable, mientras un sistema motorizado la mueve siguiendo parámetros de tiempo, ángulo y velocidad que se ajustan a cada paciente.
En el Artromot K1, por ejemplo, la configuración es muy precisa: puedes seleccionar los grados exactos de flexión y extensión que tu rodilla necesita en cada etapa de la recuperación. Esto significa que, si en los primeros días solo puedes llegar a 60°, podrás programarlo así y aumentar progresivamente hasta alcanzar los 120° que este modelo permite.
El principio terapéutico detrás de este equipo es que la articulación no se quede estática. La inmovilización prolongada tras una cirugía es uno de los factores que más perjudican la recuperación, ya que favorece la formación de adherencias, la acumulación de líquidos y la rigidez articular. Con la movilización pasiva, se mantiene el flujo de sangre y linfa, lo que ayuda a regenerar tejidos y prevenir complicaciones como edemas o trombos.
Este dispositivo es especialmente recomendado por cirujanos y fisioterapeutas en las primeras semanas postoperatorias. El uso frecuente, de 3 a 4 horas diarias distribuidas en varias sesiones, acelera el retorno a la movilidad normal y reduce el dolor, lo que te permitirá reincorporarte antes a tus actividades cotidianas.
Beneficios clínicos y deportivos del tratamiento CPM
La movilización pasiva instrumental no solo está indicada en el ámbito clínico, sino que también es una herramienta muy útil en el campo deportivo. Deportistas que han sufrido lesiones graves de rodilla encuentran en el artromotor un aliado para acortar los tiempos de recuperación y volver al rendimiento previo.
Entre sus beneficios más importantes están:
- Prevención de adherencias postquirúrgicas.
- Mejora de la nutrición del cartílago articular.
- Estimulación del metabolismo y la regeneración tisular.
- Prevención de edemas y embolias.
- Mejora de la circulación sanguínea y linfática.
Cuando se combina con otras terapias de fisioterapia activa y ejercicios progresivos, el tratamiento con artromotor consigue optimizar los resultados. Por ejemplo, en una rehabilitación deportiva, su uso en fases iniciales permite que más adelante puedas trabajar la fuerza y la resistencia con menos dolor y mayor movilidad.
En pacientes no deportistas, su valor está en permitir una recuperación funcional que devuelva la independencia lo antes posible. Poder caminar, subir escaleras o realizar actividades diarias sin dolor es un objetivo que se alcanza más rápido con un protocolo que incluya CPM.
Indicaciones y casos en los que se recomienda el artromotor
El artromotor es un recurso habitual en rehabilitación tras:
- Prótesis total o parcial de rodilla.
- Reparación de ligamentos cruzados.
- Cirugía de menisco.
- Lesiones traumáticas graves.
- Artritis y artrosis en fases que requieran recuperación de movilidad.
- Intervenciones con alto riesgo de rigidez articular.
En cualquiera de estos casos, el uso temprano del artromotor bajo supervisión médica puede marcar una gran diferencia. El protocolo general incluye varias sesiones diarias, con incrementos progresivos del rango de movimiento, siempre ajustados a tu tolerancia y evolución.
Si estás en fase postoperatoria, no subestimes el impacto que tiene evitar la inmovilización. Las articulaciones son estructuras diseñadas para moverse, y mantener esa movilidad, aunque sea de forma pasiva, es crucial para una recuperación óptima.
Características técnicas del Artromot K1 y su ventaja frente a otros modelos
El Artromot K1 destaca frente a modelos similares como el Kinetec o el Artromot K3 por su rango de movimiento y facilidad de programación. Permite trabajar desde -10° de extensión hasta 120° de flexión, adaptándose a cada fase del tratamiento. Su estructura ergonómica facilita la colocación y evita puntos de presión que puedan generar molestias.
Otra ventaja es la precisión de sus controles. Puedes seleccionar el tiempo total de la sesión, la velocidad de movimiento y los grados exactos de inicio y fin. Esto no solo mejora la eficacia de la terapia, sino que también aporta comodidad, ya que puedes hacerla en casa, sin depender de acudir a un centro varias veces al día.
Sumado a sus características técnicas, el Artromot K1 es silencioso, ligero y fácil de transportar, lo que lo convierte en una opción ideal para pacientes que necesitan tratamientos continuos pero no quieren interrumpir su rutina diaria.
Protocolo de uso: tiempos, sesiones y ajustes recomendado
En la mayoría de los casos, se recomienda utilizar el artromotor unas 3 veces al día, con sesiones de entre 45 minutos y 1 hora, hasta completar 3 o 4 horas diarias. En las primeras sesiones, el rango de movimiento debe ser limitado y sin dolor; posteriormente se puede ampliar según la evolución.
El ajuste correcto de la máquina es fundamental:
- Altura y soporte: asegúrate de que la pierna esté alineada con el mecanismo.
- Grados iniciales: comienza con un rango moderado que no provoque molestias.
- Velocidad: selecciona un movimiento lento y progresivo.
Este protocolo no solo previene lesiones adicionales, sino que optimiza la eficacia de la terapia, favoreciendo una recuperación más rápida y segura.
Prevención de adherencias, edemas y complicaciones postoperatorias
Uno de los mayores problemas después de una cirugía de rodilla es la formación de tejido cicatricial que limita el movimiento. El artromotor evita que este tejido se adhiera de forma rígida, gracias al movimiento constante que mantiene las fibras alineadas y flexibles.
Además, la activación del sistema linfático y circulatorio reduce la acumulación de líquidos y minimiza el riesgo de edemas óseos y trombosis venosa profunda. Este efecto es especialmente relevante en las primeras semanas postoperatorias, cuando el riesgo de complicaciones es mayor.
Alquiler de artromotor en casa: comodidad y ahorro económico
Una de las grandes ventajas de este tratamiento es que puedes realizarlo en tu propia casa. Esto no solo es más cómodo, sino que también reduce costes y tiempo de desplazamiento. Si quieres conocer una opción fiable para alquilar un artromotor Artromot K1, existen servicios que ofrecen envío a domicilio en 24 horas, sin fianza y con soporte técnico incluido.
El alquiler es ideal para tratamientos postoperatorios que duran unas pocas semanas, evitando una gran inversión en la compra del equipo. Además, dispondrás de la misma tecnología que se utiliza en clínicas y hospitales, con la libertad de programar tus sesiones según tu disponibilidad.
Consejos de fisioterapeutas para maximizar la recuperación con CPM
Los especialistas recomiendan:
- Mantener constancia diaria.
- Ajustar el rango y velocidad según la tolerancia.
- Combinar con ejercicios de fortalecimiento cuando el médico lo autorice.
- Realizar revisiones periódicas para adaptar el protocolo a la evolución.
Preguntas frecuentes sobre el uso de artromotor
¿Produce dolor? No, el movimiento es suave y controlado.
¿Cuánto tiempo debo usarlo? Generalmente de 3 a 4 horas diarias, en sesiones separadas.
¿Puedo usarlo en casa? Sí, y es una de sus grandes ventajas.
¿Necesita supervisión? Al menos en las primeras sesiones, es recomendable la orientación de un profesional.

Movipas somos una empresa especializada en el alquiler de equipos de rehabilitación, y especialmente en alquiler de artromotores, alquiler de máquinas de magnetoterapia, máquinas de crioterapia como Cryopush o Game Ready y equipos de presoterapia portátiles para uso particular.
Apostamos para la alta calidad en nuestro servicio, y es que nuestra experiencia y contacto diario con los clientes a los que acompañamos en sus procesos de recuperación nos ha dotado de un alto conocimiento para garantizar el mejor asesoramiento personalizado los 365 días del año.